Para nadie es novedad que la intensidad del verano se ha constituido en un sello distintivo de nuestra ciudad. El agobiante calor que debemos soportar durante la temporada estival, no solo provoca altos consumos de energía eléctrica, que además de la “sorpresa” a fin de mes, puede ocasionar fallos y cortes en el suministro, sino que además impacta directamente en la salud de todos nosotros, fundamentalmente en personas de edad avanzada y niños. La temperatura máxima registrada ayer fue de 37º, y de acuerdo al pronóstico publicado por INUMET ( Instituto Nacional de Meteorología), hoy martes deberemos soportar una máxima de 39º. A prima facie estaríamos viviendo una ola de calor, pero los criterios técnico establecen que no se trata de ese fenómeno:
PRECAUCIONES
De acuerdo a la descripción, publicada en la página oficial del Sistema Nacional de emergencias (SINAE), se considera ola de calor cuando se registran altas temperaturas al menos durante tres días, con mínimas superiores a 20° y máximas entre 34° y 38°. Ante esta definición, queda claro que ni ayer lunes, ni hoy martes se conjugan todas las condiciones necesarias que configuran una ola de calor, a saber:
-1 – La mínima registrada ayer lunes fue de 15º y la prevista para este martes es de 18º; Ninguno de los dos días la mínima llegó a los 20º.
-2 – Si bien las temperaturas máximas establecidas para que se genere una ola de calor, ayer lunes, y hoy martes, están dentro del rango válido, las previsiones dan cuenta que mañana miércoles la máxima no excederá los 33º, por lo que no se llegará a los tres días necesarios para tal configuración. Queda claro entonces, que no estamos ante una ola de calor establecida de acuerdo a los criterios técnicos que la definen, pero los 39 grados previstos para la jornada de hoy, seguramente se harán sentir. Ante esto, debemos tener claro que podemos estar expuestos tanto a un golpe de calor, como a un exceso de calor.
EL EXCESO DE CALOR
La publicación del SINAE también aporta la diferencia entre un exceso de calor y un golpe de calor. “El exceso de calor es la situación provocada por un anormal calentamiento del cuerpo en un período de tiempo relativamente breve”, dice el portal, que además detalla una serie de síntomas y recomendaciones para el caso de que alguien fuera víctima de esta situación (N de R: El SINAE advierte que se debe prestar especial atención a personas de avanzada edad y a la primera infancia).
SÍNTOMAS
De acuerdo a lo publicado por SINAE, los síntomas de un exceso de calor son: Calambres, agotamiento, dolor de cabeza, náuseas y/o vómitos. Deshidratación, caracterizada por piel y boca secas, decaimiento, ojos hundidos y sed intensa. Presión arterial baja y pulso rápido.
En caso de lactantes: Llanto sin lágrimas, fontanela (mollera) hundida. Para el caso que se identifiquen estos síntomas, se recomienda: Permanecer en un lugar fresco y sombreado, tomar una ducha o refrescarse con paños húmedos y fríos en la cabeza, cuello, axilas y región inguinal. Beber líquidos fríos. Si con estas medidas no mejora, consultar a la brevedad con un servicio médico.
EL GOLPE DE CALOR
Según el SINAE, el golpe de calor es la situación más extrema del exceso de calor. Es un cuadro de cierta gravedad y se caracteriza por temperatura corporal mayor a los 40°, piel caliente y enrojecida, inestabilidad al caminar, mareos y somnolencia, confusión y hasta delirio y convulsiones”. En caso de presentar estos síntomas, solicitar atención médica urgente y mientras se aguarda la asistencia médica, adoptar las siguientes medidas: Colocar a la persona en un lugar fresco y sombreado. Refrescar el cuerpo con paños húmedos y fríos. Si la persona está consciente, colocarla con la cabeza más elevada que el resto del cuerpo y ofrecerle líquidos fríos. Si la persona se encuentra inconsciente, no darle líquidos, colocarla de costado con piernas flexionadas.