Después de un mal inicio celeste, en el que Brasil se puso 2-0, Uruguay igualó con goles de Edinson Cavani y Luis Suárez y cosechó un valioso punto en terreno norteño.
Primer tiempo.
Brasil aprovechó que la improvisada defensa de Uruguay para este partido y en 25 minutos sacó dos goles de ventaja. Jugando a gran velocidad en el último cuarto de cancha, el conjunto local marcó la diferencia al llegar con muchos jugadores a posiciones de ataque. De esa manera, el 2-0 en el marcador antes de la media hora de juego no extrañaba.
En ese período, Uruguay había recibido la misma cantidad de goles que en los cuatro partidos anteriores de las Eliminatorias. Sin embargo, de a poco la defensa comenzó a establecerse y a tomar confianza. “Palito” Pereira mejoró en contención y Fucile comenzó a cerrar con mayor eficacia. De esa manera se cortaron los caminos a la ofensiva de Brasil, que sin embargo cada vez que logró poner a alguien en carrera, inquietó.
Luis Suárez entró poco en juego durante la primera mitad y el más incisivo fue Edinson Cavani que, entreverado y todo, definió muy bien sobre los 30′ para poner el 2-1. Desde entonces el partido ya no fue el mismo. Brasil se percató que tenía problemas en defensa y ya no avanzó mandando tanta gente al ataque. Se fue al descanso ganando y bien, pero Uruguay lo hizo dejando la sensación de que la defensa ya se afirmó.
Segundo tiempo.
Uruguay confirmó en el segundo tiempo la sensación que había dejado sobre el final del primero. Incluso fue superior a Brasil y estuvo más cerca de llevarse el triunfo que el dueño de casa. Fue clave el ingreso de Álvaro González, quien ordenó el mediocampo y le dio mayor consistencia.
Allí había estado el punto flaco de la Celeste, permitiendo mucha generación de juego en la mitad del terreno y dándole libertades a Neymar que no tuvo en el complemento.
Suárez cumplió con lo que todos los uruguayos querían: anotó el 2-2 en la noche de su regreso y a partir de allí Uruguay fue más que Brasil. Muslera tuvo una noche relativamente tranquila en los últimos 45 minutos, en tanto Uruguay tuvo tres clarísimas ocasiones para convertir el tercer tanto, una increíble de Suárez que salvó el arquero con su pie.
Uruguay empató con Brasil luego de comenzar perdiendo antes del minuto de juego, de ir 2-0 abajo y con una defensa armada especialmente para este partido, sin ninguno de los titulares indiscutidos. Uruguay volvió a mandar un mensaje al continente y por qué no al mundo: nunca hay que darlo por muerto.