“Es una anécdota que dentro de una semana ya no va a existir”, dijo el exmandatario, en el sentido de que el resultado es igual sin importar los votos.
El expresidente Julio María Sanguinetti no está de acuerdo en que la muy buena votación que obtuvo el Frente Amplio, mayor a la esperada en el balotaje, provoque algún cambio a nivel político. Así lo han manifestado integrantes del Frente Amplio y analistas políticos.
Este resultado tan parejo “no termina cambiando quién gana, pero políticamente sin dudas cambia sustantivamente el mensaje”, dijo por ejemplo Eduardo Bottinelli. “Desde el funcionamiento del Gobierno no hay cambios, eso se determina en octubre, pero políticamente no se puede desconocer a otra parte con el mismo volumen de votos”, apuntó.
Esta mañana, consultado por Informativo Sarandí, dijo que la votación “no tiene ninguna importancia en una segunda vuelta”, porque el equilibrio parlamentario de fuerzas se define en una primera vuelta. “En la segunda vuelta no juegan los partidos. Lo otro es una anécdota que dentro de una semana ya no va a existir”, agregó.
“Personalmente me tocó ganar la segunda presidencia por pocos votos, no había segunda vuelta”, recordó.
Sanguinetti dijo que la que integra “es una coalición difícil”. “Se ha discutido ese video (de Manini). Fue una apelación corporativa, a mí no me gustan las situaciones corporativas porque lo de invocar a militares, reclamar ese voto… Tampoco me gusta cuando la estructura sindical dice que no voten a la coalición de Lacalle porque es contraria a sus derechos”.
“Creo que generó una turbulencia innecesaria pero lo veo ya en el pasado. El desafío es para todos y para Manini, porque tiene un partido y tendrá que constituirse como partido”, manifestó.
¿Debió reconocer Martínez la victoria de Lacalle? Sanguinetti dijo que “hay dos Martínez: el dirigente del FA, que había hecho una campaña con una relación muy trabajosa con su partido, bastante ninguneada (…) ocurre esta suerte de resurrección que lo levanta y le produce esa situación de euforia que lo hace saltar en el escenario de modo peculiar”. “Ese Martínez condicionó al otro, porque no fue una actitud digna, ni republicana, ni debió asumir ese clima de exaltación, que no estaba bien. La decisión está resuelta, es imposible que haya un cambio. La actitud no me ha parecido a la altura de las circunstancias de una institucionalidad que existe y tenemos que cuidar, que nos muestra distintos”, concluyó.