Un grupo de ocho reclusos de la Unidad Penitenciaria Nº 20 de Salto se encuentra integrado a las cuadrillas que están trabajando en la limpieza de la capital del departamento que sufrió semanas atrás los perjuicios de una de las peores inundaciones de las últimas décadas y afronta una declaración de emergencia sanitaria.
Se trata de un hecho sin precedentes para el departamento ya que es la primera vez que las personas privadas de libertad son puestas a realizar tareas comunitarias con el fin de colaborar con la sociedad.
La iniciativa partió desde el propio Centro de Rehabilitación, donde un grupo de internos se mostró interesado en llevar adelante tareas de apoyo a la ciudad.
Luego que las autoridades de la Intendencia aceptaran la propuesta y se mostraran proclives incluso a retribuirles la tarea, las autoridades carcelarias tramitaron los permisos correspondientes y actualmente los reclusos vienen cumpliendo a cabalidad con los trabajos.
La semana que viene se sumarán más reclusos a esta actividad, duplicando el número de presos abocados a los trabajos junto al personal de la Intendencia de Salto, cuadrillas de beneficiarios del Mides y personal del Ministerio de Transporte y Obras Públicas.
La actividad es asumida como un “compromiso de extensión” del centro penitenciario hacia la comunidad. En ese aspecto, el director del centro de reclusión de Salto, subcomisario Miguel Catelotti, facilitó la participación de estos reclusos en las tareas de limpieza con el fin de integrarlos al apoyo a la situación por la que atraviesa la población.
El operativo tuvo el aporte de maquinaria como retroexcavadoras y camiones volcadores. La participación de los reclusos ha sido tomada con beneplácito por los jerarcas departamentales, así como también por la población en general, propiciándose el saludo de agradecimiento de los vecinos a las cuadrillas que realizan tareas voluntarias para la limpieza de la ciudad tras las peores inundaciones en más de medio siglo.