El líder de Cabildo Abierto lo tildó de “imprudente” y Sanguinetti dijo que “no tiene derecho a opinar”, aunque ambos creen que su posición es obvia.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dijo este martes en una entrevista con Estadao de Brasil que espera que el candidato del Partido Nacional, Luis Lacalle Pou, triunfe en la segunda vuelta en nuestro país para que Uruguay esté más alineado con su postura.
“Uruguay se fue para la segunda vuelta. Tiene una situación que viene de la política de Pepe Mujica y una oposición que está más alineada con nuestros pensamientos liberales y económicos”, contestó cuando el periodista le consultó si Brasil podría quedar “aislado” si se da una victoria del Frente Amplio, y si se suma así a Alberto Fernández en Argentina.
“Esperamos que en la elección gane alguien más ligado a nuestro tiempo, así tendríamos a Uruguay alineado con nosotros. No tuvimos ningún problema con Uruguay con respecto a la economía con el actual presidente, pero nos tenemos que preparar para lo peor, porque uno no puede decir que fue sorprendido por los hechos”, señaló.
Estas declaraciones no fueron bien recibidas por la coalición que forma Luis Lacalle Pou para triunfar en el balotaje.
Uno de los primeros en criticar a Bolsonaro por hacer comentarios fue Guido Manini Ríos, que hoy en Arriba Gente (Canal 10) tildó de “imprudente” al presidente Bolsonaro “por hablar de política interna de un país a poco de las elecciones”. Sin embargo, consideró lógico que apoye a Lacalle Pou porque “integrantes del partido de gobierno lo han agredido, le han tirado piedras”. “Que se sienta más afín a lo que está enfrente del actual gobierno es sentido común”, dijo.
El expresidente Julio María Sanguinetti estuvo en la misma tónica. Al ser entrevistado por Desayunos Informales (Canal 12), dijo: “Bolsonaro no tiene derecho a estar opinando de nuestra elección, no hay códigos de comportamiento, del mismo modo que nuestro Gobierno no debió hacerlo”.
Agregó que de todos modos lo de Bolsonaro es obvio: “Si nuestro canciller dijo que lo peor que le podía pasar a Brasil era que ganara Bolsonaro, es obvio este tipo de respuesta política”.