La derrota electoral sufrida el domingo por el régimen de Nicolás Maduro, que sentó los cimientos de un verdadero proceso de cambio en el país, se produjo luego que la máxima cúpula del chavismo perdiera el respaldo incondicional del alto mando militar que terminó rehusándose a participar en lo que hubiese sido un fraude masivo.
Fuentes cercanas a la situación explicaron que el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, se rehusó a participar a las intensiones de Maduro y del presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, por desconocer en la masiva victoria de la oposición, lo que hubiera gestado un peligroso escenario de violencia.
Según las fuentes, Padrino insistió ante Cabello y Maduro que las Fuerzas Armadas venezolanas solo respetarían un anuncio que reflejara el resultado recogido en las urnas de votación, decisión que terminó obligando al chavismo a reconocer la victoria de la oposición.
“Padrino López asumió un gran riesgo, se la jugó para preservar la institucionalidad”, dijo una de las fuentes que habló bajo condición de anonimato.
Otra de las fuentes agregó: “No quería convertirse en el responsable de las muertes que podrían producirse” como resultado de lo que el régimen, en su desesperación, estaba preparando para ejecutar.
PADRINO LÓPEZ ASUMIÓ UN GRAN RIESGO, SE LA JUGÓ PARA PRESERVAR LA INSTITUCIONALIDAD
Una de las fuentes que habló bajo condición de anonimato
La opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), asegura haber conseguido al menos 112 diputados en la Asamblea Nacional, con lo que alcanza los dos tercios de la Cámara, y que aún quedan por contabilizar cuatro escaños.
“Esta ventaja de 112 a 51 (que se ha obtenido sobre el gubernamental Partido Socialista Unido de Venezuela, PSUV) se logra con una ventaja nacional de algo más de dos millones de votos”, dijo en la mañana del lunes el miembro del Comité Ejecutivo de la jefatura de la de la campaña de la MUD, Enrique Márquez.
Con 112 diputados, la oposición contaría con una súper mayoría que le permitiría comenzar a desmontar el férreo control que el chavismo mantiene sobre el poder en el país petrolero.
Horas antes, el Consejo Nacional Electoral, entidad controlada por el chavismo, había admitido que la oposición había ganado por un amplio margen de 99 diputados a su favor frente a los 46 del chavismo, mientras que aún quedaban 22 escaños por definir.
Las fuentes señalaron que el régimen no pretendía aceptar una derrota de esa magnitud y estaba dispuesto a pagar cualquier precio por preservar el control de la Asamblea Nacional.
La posibilidad de modificar el resultado fue discutida a inicios de la semana pasada en una reunión sostenida en el Fuerte Tiuna, la principal sede militar de Caracas, en la que participó la máxima cúpula del régimen, el alto mando militar, los organismos de inteligencia y al menos un representante del gobierno cubano, según un reporte sobre el encuentro obtenido por el Nuevo Herald.
LAS FUENTES SEÑALARON QUE EL RÉGIMEN NO PRETENDÍA ACEPTAR UNA DERROTA DE ESA MAGNITUD Y ESTABA DISPUESTO A PAGAR CUALQUIER PRECIO
“Las voces más activas de la reunión fueron las del presidente Maduro, Diosdado y el ministro de la Defensa. Todas las encuestas de cierre referidas y comentadas parcialmente por el presidente eran demoledoras en los números” contra el gobierno, señaló un informe sobre el encuentro, cuya realización fue confirmada a el Nuevo Herald por tres fuentes distintas.
Una de las encuestas que generó más preocupación fue un sondeo interno de las Fuerzas Armadas Nacionales que arrojaba que la impopularidad del régimen entre los militares alcanzaba la misma proporción que la registrada a nivel nacional. Esta intención del voto a favor de la oposición superaba a la del chavismo por casi 35 puntos.
Según el informe escrito sobre ese encuentro, Padrino le informó a Maduro que sería “peligroso hacer retoques en los resultados electorales definitivos” a nivel nacional dado al alto nivel de rechazo que el gobierno está registrando dentro del sector militar y al hecho de que los resultados se conocen al detalle por todos los oficiales que forman parte del Plan República.
“Hubo un momento de tensión durante la reunión, lo fue cuando Diosdado Cabello expuso que ‘lo que estaba en juego el domingo era el futuro de la revolución y la cabeza de todos los presentes’ y el ministro Padrino en una intervención de cierre señalaba que él tenía el compromiso de salvar la responsabilidad institucional de la FAN”, agregó el reporte.
“Ni al presidente Maduro, ni a Diosdado les gustó cuando el ministro Padrino señaló que las responsabilidades eran individuales, que él iba a asumir las suyas”, señaló el documento.