El liceo N°1 Roberto Taruselli de Dolores está en obras y días atrás encontraron una carta debajo de un piso de madera. Calculan que es de la época de la construcción original del centro de estudios.
El liceo N°1 Roberto Taruselli de Dolores está en plena obra, ya que necesitaba varias mejoras luego del tornado que azotó la zona en 2016.
Según informó esta mañana El Observador, al levantar uno de los pisos en un salón, los obreros encontraron una botella con una carta adentro, y la misma dataría de la década del 30, cuando se construyó el centro de estudios.
La directora del liceo, Mariel Bazán, habló con El País y brindó algunos detalles del hallazgo: dijo que ya pasaron “algunos días” desde que la encontraron pero que “no lo habíamos sacado a la prensa porque estábamos viendo qué íbamos a hacer”.
Bazán explicó que en primer lugar se avisó a los profesores, sobre todo a los de Historia, “que son los más involucrados en el tema”, dijo.
Y recién ayer hicieron pública la carta: fue una presentación oficial para alumnos y profesores del liceo y se permitió tomar fotos a la misiva.
Pero como “son cosas muy delicadas” detalló que “una sola vez la íbamos a sacar” y que no la volverán a tocar “hasta que venga un experto y nos diga cómo tenemos que conservarla”.
La directora contó que “los obreros encontraron la carta cuando se levantaron los pisos de madera de la planta baja (…) encontraron una botellita chica de vidrio verde que adentro tenía un sobre”.
Bazán prosiguió: “El sobre no decía nada y adentro tenía una cartita cortita, con la impresión de una mano que sería del que escribió”. El papel “estaba sequito y tratamos de no tocarlo”.
Y contó que “palabras más, palabras menos”, quien escribe expresa que está contento “de haber terminado la obra”, por lo que “lo mas probable es que la haya puesto cuando estaban terminándola. Calculamos que data aproximadamente de 1939”.
Pero “no puso fechas, por lo que no podemos saber exactamente” de cuándo es, aclaró Bazán.
En la carta, el hombre nombra a un constructor que trabajó con él y dice esta obra está hecha para durar 100 años, “al menos que un terremoto o un bombardeo la tiren abajo”, cita la directora. Y en otra parte de la carta incluso el hombre señala: “Me animo a decir (que la obra puede durar) más de 200 años”.
Bazán aclaró que el tornado de 2016 no afectó a la estructura primaria del liceo, aunque sí “se nos voló el techo de la ultima planta, que es muy posterior” a la construcción original.
“Está muy bien conservado” el papel, dijo la directora, pero “la impresión de la mano no deja ver el apellido de la persona. No se ve bien y no queremos inventar, por eso queremos investigar”, añadió.
Ahora espera la llegada de expertos para saber la identidad del hombre, que era el encargado de la obra y de quien solo se sabe el nombre de pila hasta el momento: Juan.