Batalla campal
Los hinchas se trenzaron en la tribuna, las seguridades en zona de vestuario y los jugadores en la cancha.
El final del partido entre Peñarol y Palmeiras dio inicio a una batalla campal entre Peñarol y Palmeiras en el Campeón del Siglo. Increíble per cierto.
El lío se inicio con Felipe Melo, un jugador que tuvo varios declaraciones polémicas en lo previo y que los jugadores aurinegros parecieron recordar de golpe y eso generó un tremendo conato de violencia.
Nández discutiendo con él fue el puntapié de algo que duro varios minutos. Más tarde ingresó a la cancha de Matías Mier, sacado, para buscarlo y salirlo a correr, a lo que el brasileño plantado respondió con golpes de puño. Quintana tratando de sacarlo, mientras Junior Arias agarró el palo del banderín del corner con la locura de quizás reaccionar, cosa que no sucedió; todas postales de la locura que se vivió.
Hasta al Cebolla Rodríguez se lo vio metido en el lío, en un descontrol total, donde Lucas Hernández se cruzó con Fernando Prass y todos estaban en la cancha, suplentes, allegados, involucrados.
Después la batahola se trasladó a las tribunas donde se trenzaron los hinchas de Palmeiras con los de Peñarol luego de que se rompiera un vallado y volara de todo de un lado para otro y hasta los propios seguridad allí apostados se vieran desbordados.
Pero en zona de vestuarios el lío tampoco fue excepción, porque allí se tomaron a golpes de puño los seguridades de Palmeiras y Peñarol en una nueva escena dantesca que dejó una noche para el olvido.
Ahora se vendrán explicaciones y quizás posibles sanciones, para jugadores, estadio, club, que además dejó una imagen muy triste que recorrerá el mundo.